TURNO DE MAYORES (DIAS 21, 22, 23 Y 24)

¡Buenas tardes a tod@s! En primer lugar, os pedimos disculpas por haberos tenido incomunicados durante estos últimos días, pero es que ayer culminamos nuestra gran travesía que consistía en desde Ventrosa, y encumbrando antes los Picos de Urbión, llegaríamos a un fantástico pueblo llamado Duruelo de la Sierra (provincia de Soria). El jueves 21 después de desayunar y de hacer las típicas tareas diarias: fregar desayuno, recoger comedor, etc… salimos los dos turnos de campamento en una pequeña marcha de aproximadamente, unos 8 kilómetros, hacia Viniegra de Abajo, donde en el término de “El Salto de La Rana” pudimos comer una rica paella con costilla y melón de postre. También pudimos disfrutar de un agradable baño en las pozas naturales y descansar. A las 5 de la tarde los dos turnos nos separamos en nuestros caminos: los pequeños volvieron al campamento y los mayores comenzamos un camino de 3 kilómetros hacia Trambosríos, último lugar accesible en coche para adentrarnos hacia el Urbión. Un paraje de sendos árboles y vegetación frondosa nos acompañó durante unas 5 horas hacia el último refugio y más cercano a los Picos de Urbión: el refugio de Pradolengo, lugar donde dormimos plácidamente hasta el día siguiente. A la mañana siguiente (viernes 22) nos levantamos a las 6:30 de la mañana para lograr encumbrar los Picos. Toda una aventura de heroicos donde tras desayunar comenzamos esta nueva etapa que estaba acompañada de una niebla que nos acompañó hasta la cima de los montes. Ya a la bajada y durante el descenso por estos parajes, llegamos al pueblo de Duruelo, donde una comida de tres estrellas Michelin nos aguardaba en un restaurante, comida más que merecida después de esta travesía. Una vez hubimos comido, nos aguardaban más sorpresas: una granja ecológica llamada Eco-Duero, donde descansamos en habitaciones rústicas y nos relajamos, aunque algunos de ellos todavía tenían fuerzas para echar una “pachanga” en el frontón del pueblo. A la hora de cenar, cenamos como reyes: cena de asado (morcilla, chorizo, chuletas, ensalada, etc.), no nos faltó de nada. Con la tripa llena nos fuimos todos a dormir hasta el día siguiente. El sábado 23 comenzó temprano ya que como estábamos en una granja, quienes quisiesen podían ayudar en las tareas típicas de granja como ordeñar a la vaca, dar de comer a los animales… Tras un desayuno salimos hacia el mismo camino por el cual habíamos vuelto, ya que teníamos que encumbrar el Urbión de nuevo para poder llegar al campamento. Esta vez la niebla nos dejó encumbrar lo más alto del monte y las vistas eran maravillosas, vislumbrando todo el recorrido que nos quedaba por transitar y los efectos que la laguna nos causaba en todos nosotros. Una vez hubimos comido unos bocadillos en el pico, emprendimos el descenso de vuelta al campamento, donde tras haber pasado por los diferentes refugios transitados el jueves pasado, llegamos al campamento a eso de la medianoche. Las duchas bien merecidas después de esta gran travesía pusieron punto final seguido de un merecido descanso. El día de hoy (domingo 24) comenzó cuando los acampados quisieron levantarse, ya que como no podía ser de otra manera, esta mañana han descansado cuanto ellos han querido. Un tiempo libre hasta la hora de la comida: ensalada de pasta, lasaña y brazo de gitano para celebrar el cumpleaños de nuestra acampada Elena García, donde le hemos cantado el Cumpleaños Feliz, y nuevamente desde aquí aprovechamos a felicitarle. Por la tarde y después del tiempo libre hemos realizado un taller de cestería con mimbre. Una merienda a base de chocolate con pan (a la antigua usanza) nos llenaba y nos cargaba las pilas para lo que nos quedaba. Tras la merienda un juego muy tradicional: el ataque a los molinos, donde hemos dividido a los dos turnos en dos grupos, cada grupo tenía un personaje de Don Quijote y otro de Sancho Panza. El equipo ganador debía pillar a Don Quijote y conseguir que Sancho Panza les dijese el lugar en el que se encontraba la bandera. Tras el juego, una buena y refrescante guerra de agua, seguido de una ducha para la cena de carrilleras y fruta de postre. Una gran sorpresa es que al coincidir las fiestas de Viniegra, esta noche nos iremos a la verbena del pueblo, hasta que el cuerpo aguante. Mañana será otro día…

IREMOS SUBIENDO LAS FOTOS AQUÍ: https://picasaweb.google.com/109688897014075334655/6311327670696332385?authuser=0&feat=directlink