jueves, 24 de julio de 2014

RESUMEN DEL TURNO DE MAYORES

Hola familias! Lo primero de todo pedir disculpas por el descuido del blog en el turno de mayores, pero por falta de tiempo no hemos podido publicar las entradas en su momento. Así que ahora vamos a ponernos al día con todo el trabajo acumulado y a haceros un resumen de lo que han sido los últimos días de campamento, incluyendo la subida al Urbión.

Jueves día 17
Nos levantamos a las ocho y media de la mañana, desayunamos y realizamos las tareas diarias por grupos. Una vez realizadas, nos reunimos en la asamblea para hablar sobre la esperada marcha al Urbión que tanto les asustaba. Posteriormente, realizamos dos talleres, uno sobre fantasmas de tela con lavanda y otro sobre muñecos de lana, para ayudarles a elaborar el regalo del amigo invisible.
A la tarde, tuvimos una visita muy interesante de nuestro paleontólogo cenicerense Salva y su compañero de trabajo Chema, que nos llevaron por el pueblo para enseñarnos cómo es su trabajo y aprender sobre las rocas. Tras esta breve lección de geología y merendar, hicimos el tan reclamado juego de "la bandera". Una vez finalizado el juego, volvimos a tener “guerra de agua”.
Tras ducharnos y cenar, finalizamos el día jugando al trivial humano, en el que los acampados pudieron poner a prueba sus conocimientos siendo ellos mismos las fichas del juego.

Viernes día 18
El día antes de la marcha, tuvimos otra visita muy especial. La Cruz Roja Juventud de Cenicero vino a darnos una charla muy animada sobre las enfermedades de transmisión sexual y métodos anticonceptivos, con prácticas en vivo incluidas, y un breve taller sobre primeros auxilios de gran utilidad de cara a la marcha a Urbión.
La tarde sirvió de preparación para los dos días siguientes. Cada cual tuvo que preparar la mochila y se dejó tiempo libre para descansar y realizar los regalos del amigo invisible.
Esa noche nos fuimos pronto a la cama para guardar fuerzas.

Sábado día 19. PRIMER DÍA DE LA MARCHA AL URBIÓN
Al fin llegó el esperado y al mismo tiempo temido día. Madrugamos a las 7 para desayunar pronto y salir a las 8 de la mañana hacia las pozas de Viniegra de Abajo, donde pasamos el día. El camino desde Ventrosa hacia Viniegra lo realizamos por un sendero sencillo de 4'1 km y que se hizo a un buen ritmo. Al llegar a Viniegra hicimos una parada de descanso para almorzar y reanudamos el camino por carretera, de 1'5 km de distancia hasta el "charco de la rana". Una vez en las pozas, los más valientes pudieron bañarse y los demás pudieron disfrutar del sol. A mediodía vinieron los cocineros con la comida y los bocadillos para la marcha. Finalmente, tras organizarnos en grupos según la capacidad de cada acampado y se repartió los víveres para los dos días, incluyendo una botella de agua de litro y medio. Tras acabar de organizarnos, nos subimos en los coches que nos llevaron hasta Trambosríos, donde comenzó la verdadera aventura. Nos esperaban más de 22 largos kilómetros bajo una tempestad hasta nuestro destino.
Los primeros en salir fueron el grupo de los "lentos" (las comillas las ponemos a conciencia porque realizaron la marcha a un ritmo inesperado) Unos 10 minutos después salió el grupo intermedio, y por último el grupo de los rápidos. La marcha se las prometía con buen tiempo ya que hacía un sol agradable y una buena temperatura. La primera parada fue una catarata cercana a la ermita de San Millán (3'775 km) donde pudimos hacernos unas magníficas fotos. Al poco rato reanudamos nuestra marcha, y tras pasar por la ermita y el refugio de Tacudia (4'57 km) donde vive un peculiar "ermitaño" llamado Sergio, llegamos a la segunda parada, en el primer puente (5'54 km) donde merendamos. En seguida comenzamos a notar las primeras gotas que anunciaban lo que estaba por venir. Decidimos continuar los tres grupos juntos el viaje, y antes de llegar al segundo puente (6'94 km) comenzó a hacerse presente la lluvia. Al arreciar la lluvia se nos presentó el dilema de continuar la marcha, pero tras barajar todas las opciones posibles, llegamos a la conclusión de que la mejor solución era llegar a Hoyo Bellido, un refugio situado a 8'655 km del punto de salida y una vez allí ver como evolucionaba el tiempo. Alcanzado este refugio, paramos para descansar, pero dado que no entrábamos todos y que el terreno no era propicio para desplegar las 3 tiendas de marcha que llevábamos a cuestas, resolvimos continuar hasta el objetivo inicial de la marcha, Campolengo (10'665 km) Tras una caminata de unos 2 kilómetros con mayor dificultad que lo anterior alcanzamos el refugio en el que íbamos a pasar la noche sobre las 19:30, batiendo todos los tiempos previstos. Nos metimos todos como pudimos para organizarnos y cambiarnos de ropa, pues estábamos calados. Desplegamos dos tiendas, una para guardar las mochilas y otra para que durmieran 3 monitores y un acampado, quedándose dentro del refugio otra monitora y el resto de acampados, que durmieron unos sobre otros como piezas de Tetris. A pesar de las incómodas condiciones que ofrecía el refugio, el ambiente fue muy agradable.
Ya de noche, nos sorprendió la directora Eldha, que había subido como "coche escoba" junto a Román y Francis "el Largo" hasta Hoyo Bellido, donde los dos pasaron la noche, mientras Eldha subía sola hasta nuestra "suite". Su visita nos subió la moral y nos alegró mucho. Durmió junto a los acampados en el refugio. Logramos pasar la noche como pudimos (sobre todo los que durmieron fuera en la tienda) por el incesante viento y la proximidad de vacas y ovejas.

Domingo día 20. SEGUNDO DÍA DE LA MARCHA AL URBIÓN
Nos despertamos antes de las 7 de la mañana para desayunar y recoger todo pronto para proseguir nuestra marcha. Román y Francis llegaron hasta nuestro refugio antes de que saliéramos y nos acompañaron durante todo el día siendo un gran apoyo. Desde el primer momento la lluvia hizo acto de presencia, haciendo la marcha mucho más pesada. Anduvimos bajo una cortina de agua permanente por un terreno mucho más inclinado y complicado que el del día anterior (pues el sendero desaparecía a partir del refugio de Hoyo Bellido) hasta la Laguna del Urbión (13'65 km), y todo ello sin parar ni un instante y a un ritmo muy alto. Llegamos a la laguna y nos encontramos con el punto más complicado de la marcha, la subida hasta las muelas del Urbión por una inclinada pared y de ahí al Pico de Urbión (14'32 km; 2.229 metros de altura) El tiempo en la cumbre fue horroroso, pues la lluvia se unía al viento, haciendo que nos entrara el frío hasta los huesos. En el pico, la niebla y las rocas nos complicaron encontrar el camino de bajada, pero tras un par de vueltas y retrocesos finalmente lo encontramos y comenzamos el descenso hacia la Laguna Negra. En nuestro recorrido pasamos por la Laguna Helada y nos cruzamos con varias personas que subían hacia los picos, a las cuales íbamos preguntando cuánto faltaba para alcanzar la Laguna Negra. Finalmente logramos llegar a la ansiada meta, y a pesar de tener que descender por la carretera hasta el parking los ánimos fueron creciendo. Ya en el parking nos recibieron los cocineros y varios padres con bolsas de ropa seca para que nos cambiáramos la mojada. Repusimos fuerzas comprándonos unos bocadillos en el bar y con comida que nos trajeron desde el campamento, y pudimos calentarnos en una caseta de madera esperando a que llegara el bus que nos llevara de vuelta a Ventrosa.
La vuelta en autobús estuvo más animada de lo esperado, aunque más de uno no pudo evitar cerrar los ojos en algún momento. Al llegar a Ventrosa, cerca de las 5 de la tarde, nos recibieron los acampados que no pudieron realizar la marcha por diversos motivos. Y a pesar del cansancio, alguno aún tuvo ganas de jugar un partido de fútbol. Mientras, el resto tuvo toda la tarde libre para descansar y ducharse.
Por la noche, después de cenar, los acampados durmieron todos juntos en el comedor tumbados en los colchones mientras veían la película “Los Goonies”.

Lunes día 21
El día después a la marcha nos levantamos más tarde de lo habitual para poder descansar tranquilamente.
La mañana fue de relax y la única actividad que hicimos fue algo más propio de clase que de un campamento: cada uno tuvo que redactar las impresiones que había tenido sobre la marcha en un folio para después pegarlas en un mural. La conclusión general que hubo fue que había sido una marcha muy dura pero que el haberla superado hizo que muchos se sintieran orgullosos de sí mismos al haber logrado algo de lo que no se sentían capaces.
Por la tarde tuvimos una gymkhana por el pueblo, y una vez acabada, 4 valientes acampados aceptaron el reto de los monitores de subir la colina situada frente al campamento. Al final ganaron la apuesta y se llevaron una coca cola de premio.
A la noche tuvimos noche del terror, pero los acampados descubrieron el plan de los monitores y se tuvo que improvisar un plan alternativo, que al final consistió en ir al cementerio por grupos y pasar un rato de miedo.

Martes día 22
El último día de campamento, como manda la tradición, es el día de las Olimpiadas y la Noche de fiesta.
Por la mañana bajamos todos al frontón para participar por grupos en varias “pruebas olímpicas” como lanzamiento de zapatilla, relevos de huevos o luchas con esterillas. Una vez clausurados los juegos, fuimos a comer.
Por la tarde tuvimos tiempo libre para preparar los regalos del amigo invisible, hacer la maleta, recoger las tiendas y preparar la fiesta de la noche. Los más “veteranos” se encargaron de decorar el comedor. Finalmente, a la noche, llegó el momento de la última cena del campamento, en la que los monitores y acampados se repartieron por parejas para cenar y bailar al son de “el vals de las mariposas”. Acabada la cena, comenzó la fiesta, que se alargó hasta las 3 de la madrugada.

Miércoles día 23
Y llegó el día menos esperado del campamento. A las 8:30 nos levantamos para desayunar pronto, pues había muchas cosas que recoger antes de que llegara el autobús con los niños del segundo turno y que nos iba a llevar de vuelta a Cenicero. Después de desayunar, hicimos las tareas por grupos, recogimos la campa, limpiamos bien las tiendas y bajamos con todo el equipaje al frontón para realizar la entrega de diplomas y regalos del amigo invisible. Sobre las 11:30 llegó el autobús con los pequeños, y a las 12 pusimos rumbo a casa.

PARA ACABAR, DAR GRACIAS A TODOS LOS COCINEROS Y COCINERAS QUE TAN BIEN HAN CUIDADO DE NOSOTROS ESTOS DÍAS Y A TODAS LAS PERSONAS QUE HAN COLABORADO PARA QUE EL CAMPAMENTO TENGA EL ÉXITO QUE HA TENIDO. EL AÑO QUE VIENE MÁS, PERO NO MEJOR, PORQUE ES IMPOSIBLE.

2 comentarios:

  1. Gracias a Eldha, a los monitores y a todos los cocineros y personal de apoyo que han hecho posible que nuestros hijos hayan pasado unos días estupendos.

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  2. Gracias a todos vosotros y muchas felicidades por esos dias inolvidables que habeis pasado.

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