Después de la gran marcha agotadora, los acampados se despertaron a la hora que cada uno quiso, y para que se relajasen aun más, organizamos una pequeña marcha hasta las pozas de Ventrosa, donde pasaríamos la mañana y la tarde.
Una vez finalizadas todas las tareas, volvimos al campamento para organizar "La Noche de Los Locos", donde cada monitor se hacía pasar por un psicótico que creía ser un personaje famoso y se escondía por el pueblo, asustando a los acampados. Para ganar esta gymkhana deberían encontrarlos a todos y decir lo que estos les mandaban. Después de varios sustos y gritos descontrolados, nos fuimos a descansar.
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